La Fábula de la Mayor Mierda Jamás Filmada

Érase una vez un famoso productor de cine muy valorado, su nombre en el cartel de una película era certificado de calidad. Un día el productor se topó con un director de cine independiente que casualmente llevaba encima el guión de su próximo proyecto “Te dejo mi guión para que le eches un vistazo” dijo “Pero te advierto que solo es apreciable por las personas que de verdad aman el cine” añadió y, como quién no quiere la cosa, dejó el guión en manos del productor. Un mes tardó en leer el guión completo pese a que no tenía más de cien páginas “¡Menudo coñazo!” pensó al principio “La peor basura que me he tragado en mi puta vida, ni loco apostaré por esta mierda” pero entonces recordó las palabras del director “Solo es apreciable por las personas que de verdad aman el cine” lo cuál le hizo pensar que quizá se había precipitado y comenzó a leer el guión por segunda vez “Qué maravilla, cuánto sentimiento, esta película marcará un antes y un después en la historia” dijo antes de terminar siquiera la primera página y llamó al director de los cojones “Vamos a hacer esa película” sentenció.

Un año después la película ya estaba terminada, supuso una inversión de cien millones de dólares, pero estaban seguros de que sería un taquillazo. Llegó el gran preestreno, director y productor se sentaron junto a los críticos que se disponían a ver el filme. Antes de comenzar la película, un mensaje advertía “Es posible que usted no ame el cine, en cuyo caso odiará esta película” y por fin comenzó y tuvieron lugar tres horas de actores que no saben actuar, escenas mal rodadas y una historia tan aburrida que dormiría a una oveja puesta hasta arriba de coca. La película acabó y se oyeron aplausos, cada vez más, algunos críticos se habían quedado dormidos los aplausos los despertó y se unieron a la ovación. Todo el mundo aplaudía y gritaba elogios, todos menos un espectador que parecía cada vez más indignado “¡Basta!” gritó “¡Esta película es una puta mierda! ¡Nos han estafado!” Todo el mundo calló, “Conozco a ese tío” susurró el productor al director “Sabe muchísimo de cine” A lo que respondió “Da igual, nos vamos a forrar” y así fue, la película arrasó y todo el mundo aceptó que era un obra maestra, aunque en lo más profundo de sus corazones sabían que se trataba de La Mayor Mierda Jamás Filmada.